Viavélez, impregnada en todos sus rincones por el mar Cantábrico, ofrece paz, ambiente de puerto pesquero y literatura (aquí se encuentra la casa natal de Corín Tellado). Esta villa marinera, conserva en sus costumbres y en su típica arquitectura la esencia de la cultura del occidente de Asturias, y así se siente en sus calles, en su puerto o en su mirador, desde el que se pueden contemplar espectaculares vistas y la escultura denominada "Litoral", de Ernesto Knorr, que resume como una metáfora, el espíritu vivo y luchador de este puerto secreto.
Pese a su actual tranquilidad, su puerto desempeñó durante siglos un papel predominante en la pesca ballenera, y su astillero, con fama de construir los bergantines más veloces de toda la costa norte, finalizó la actividad en el siglo XVIII. Esto dejó paso a una adaptación del muelle, ideal para la relajación y el disfrute del paisaje. Destacan en las afueras, el Palacio de Jardón y la Escuela de Música.